Nota Bene (A la primera edición)

NOTA BENE
(a la primera edición)

De Toni Botero sabe­mos –con certeza casi abso­lu­ta– que es nat­ur­al de la zona ori­en­tal de Puer­to Rico; que nació –con toda prob­a­bil­i­dad– en Arroyo y, aunque se desconoce la fecha exac­ta de su nacimien­to, hay quien ase­gu­ra que colaboró per­sonal­mente con Samuel Morse, el inven­tor del telé­grafo, cuan­do aquel con­vivió en su pueblo natal. Lo que sabe­mos de bue­na tin­ta es que se crio –des­de muy niño– en Ara­bia, lugar al que lo llevó a vivir su padre árabe, un rico com­er­ciante de paños. De allí sal­ió hacia Puer­to Rico muy joven, tal vez en la puber­tad, según lo ase­gu­ran sus cono­ci­dos y ami­gos, entre los que se cuen­tan los dis­tin­gui­dos hijos ilus­tres de aque­l­la cul­ta población, don Domin­go Amoral y del Mor­rochico y el ilus­tre juriscon­sul­to don Estébanez del Moral y Porras.

Tras haberse estable­ci­do en Pun­ta Cana (Repúbli­ca Domini­cana), lugar donde com­par­tió una vida tran­quila con su anciana madre, la nona­ge­nar­ia doña Escolás­ti­ca Morales Botero, esporádica­mente via­jó de incóg­ni­to a la Isla con un nom­bre apócri­fo que, por razones obvias, no rev­e­lam­os. Aunque Ondergraund.com es su ópera pri­ma, guardó con gran sig­i­lo otras his­to­rias que esper­amos dar a la luz pron­to; entre estas, los Cuen­tos del nabo verde, que maduró a mano; un mano(ojo) de nar­ra­ciones cor­tas e ingenuas.

La nov­ela ínti­ma que hoy pub­li­camos, de la cual no que­da ningún man­u­scrito com­ple­to, fue escri­ta por Toni Botero a fines del siglo XIX. Pos­te­ri­or­mente, algu­na mano ami­ga la retocó con el propósi­to de acer­car­la a nue­stros días; razón por la cual –a lo mejor– nun­ca llegue­mos a cono­cer el orig­i­nal de esta memo­ria nov­e­l­a­da. La que pub­li­camos en esta ocasión es una ver­sión en tin­ta apócri­fa que se recibe como la con­tribu­ción tardía de un escritor neó­fi­to de otra época a las letras patrias. De todos mod­os, nue­stro inten­to de dar con aque­l­las pági­nas extravi­adas aún no decae.