¿Qué delito cometí contra vosotros naciendo?

¡Ay mísero de mí…!

…Apu­rar, cie­los, pretendo,

ya que me tratáis así

qué deli­to cometí

con­tra vosotros naciendo;

aunque si nací, ya entiendo

qué deli­to he cometido.

Bas­tante causa ha tenido

vues­tra jus­ti­cia y rigor;

pues el deli­to mayor

del hom­bre es haber nacido…”

(Pedro Calderón de la Barca)