nos bajaba el santo,

La comu­ni­cación con las dedi­dades se pro­ducirá por la fuerza emo­ti­va de los san­tos y toques y provo­cará el éxta­sis hip­nóti­co al que le dicen ‘bajar el san­to’ en alguno de los par­tic­i­pantes. Este hecho estim­u­la a los can­tantes y tocadores a enfa­ti­zar con entu­si­as­mo los toques y rezos, y mueve a padri­nos y san­teros may­ores a ‘ayu­dar’ la pos­esión con una serie de pro­ced­imien­tos prop­i­ci­a­to­rios … [para] dar­le el tratamien­to de la dei­dad que se supone en pos­esión.” (Linares 4)