la gloria de los bienaventurados

Dadas las múlti­ples ref­er­en­cias cris­tianas que, rese­man­ti­zadas, salpi­can con humor esta obra, la expre­sión que nos ocu­pa puede unir el Glo­ria y las Bien­aven­tu­ran­zas en una sola frase. Sin embar­go, con­sideran­do la preparación académi­ca de Rodríguez Pagán en lit­er­atu­ra españo­la y sus vis­i­tas fre­cuentes, par­tic­u­lar­mente, al sur de España, esta frase puede ser alu­si­va a “La glo­ria de los bien­aven­tu­ra­dos” de Fray Luis de Grana­da, inclu­idas en el Memo­r­i­al de la vida cris­tiana (20–22).